En épocas de crisis es indispensable entender el comportamiento de nuestros consumidores y adaptarnos a nuevas contingencias. Actualmente, ni el mejor epidemiólogo puede garantizar lo que ocurrirá con la pandemia de COVID-19. En lo único que hay claridad, es que traerá fuertes coletazos en numerosos ámbitos, a nivel mundial.
Esto obliga a empresas, organizaciones e industrias a replantearse su actual modus operandi y, específicamente, su relación con clientes y/o consumidores: ¿qué necesitan?, ¿qué pasa por su cabeza en estos momentos?, ¿qué esperan de sus gobiernos?, ¿qué esperan del mundo empresarial y del mundo legal?
El neuromarketing y su campo de estudio
Si se quiere surfear sin ahogarse, las empresas deben cambiar su forma de hacer las cosas y adaptarse rápidamente a las nuevas necesidades . Habrá que vencer los miedos asociados a los cambios y transitar por una zona de aprendizaje, para luego crecer.
Acudir al neuromarketing puede ser de gran ayuda para abordar esta crisis. Esta disciplina está relacionada con el marketing tradicional (inteligencia de mercado, diseño de productos y servicios, comunicaciones, precios, branding, posicionamiento, targeting, canales y ventas), investigando y estudiando mediante biométricas, eye-tracking, resonancias magnéticas y otros, los procesos de activación cerebral y respuestas fisiológicas de las conductas y toma de decisiones de las personas.
Entender a los clientes
Así, las firmas que tienen la buena práctica de estudiar de manera constante la forma, estrategia de comunicación y calidad de sus servicios, tendrán menos inconvenientes a la hora de armar un plan de acción ante la actual emergencia.
En el mundo legal es fundamental buscar estrategias que permitan estudiar, explicar y predecir los factores subconscientes del comportamiento de sus clientes. Entender qué elementos cuantificables determinan que X esté conforme (y enfrentado al investigador de un ranking dé una buena referencia) sobre los servicios prestados por el estudio jurídico, o para que un potencial cliente los contrate o no.
Finalmente, esta y otras tendencias son oportunidades para tomarse en serio el seguimiento del servicio que entrego y la parametrización del feedback de mis clientes que me permite entender las acciones comunicacionales por medio del posterior análisis de esos datos.
La importancia de la diferenciación
Tratar de incorporar las expectativas subconscientes de nuestros clientes supone hacer un esfuerzo importante por conocerlos y por entender cómo han mutado sus necesidades ante una crisis como esta y/o cómo debe transformarse un servicio que se ha extendido en el tiempo. El relato transmitido en estos tiempos debe ser claro, con un contenido de calidad y persuasivo, sin exceso de información, pues hay demasiada confusión en todos lados. Es, más que nunca, indispensable mostrar aquello que nos diferencia de la competencia, que nos hace únicos, y permite que nos recuerden.
Ofrecer valor a nuestros clientes pasa por tratar de conocerlos en profundidad y de penetrar en sus cerebros. Si antes del COVID-19 fallaste en tener una relación personalizada con ellos, no pierdas un segundo. El futuro de tu estudio está en juego.
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